Río

Tú sabes lo fuerte que entraste en el camino de mi vida. Fue una suerte conocerte, un privilegio, que agradezco. Es dulce y gratificante en medio de este mundo que desilusiona saber que hay seres humanos que nos dejan una sonrisa en el alma y en la memoria, y que cuando uno los rememora esa sonrisa pasa del alma al rostro.

Así fue el encuentro contigo mi amiga del alma.

Si uno pudiera regresar y regresar a los momentos en que la vida te acaricia y te hace sentir con la cara al sol, ya estaría en Río, en abril y en octubre, con la persona maravillosa que eres tú.
La verdad es que no he podido superar a Brasil y mis amigos de ahí.
Por eso encontrar tus mensajes y verte por estos lugares, al otro lado del "click", me aplastan de alegría y eso, otra vez, agradezco.

Siempre en mi memoria, siempre aquí,

Beijos y beijos, como la lluvia,