Las cobardías de lo cotidiano
"El egoísmo personal, la comodidad, la falta de generosidad, las pequeñas cobardías de lo cotidiano, todo esto contribuye a esa perniciosa forma de ceguera mental que consiste en estar en el mundo y no ver el mundo, o solo ver lo que, en cada momento, sea suceptible de servir a nuestros intereses. Solo podemos desear que la conciencia venga, nos tome por el brazo, nos sacuda y nos pregunte: A dónde vas? Qué haces? Quién te crees que eres?
Una insurrección de las conciencias libres es lo que necesitaríamos. Será todavía posible?", nos cuestiona José Saramago.
La respuesta tristemente parecería ser no. Parecería que la humanidad no ha merecido la pena.
