Abrazado a la luz

Abrazado al lenguaje de la luz
en ondas y en partículas
sumido en su frecuencia
y en sus dos estrellas
cautivo
tendido en su gravedad
y arrastrado a sus leyes
abiertas
a mi modelo de realidad
y de fantasía.

Abrazado a su lenguaje
a las palabras gemelas de la luz
y un beso que posado en el resplandor
de su sonrisa
dejó peso y eternidad.

Te veo y te leo
te toco y te escribo
en lenguaje rojo y turquí
tomado del recorrido íntimo
por el cuerpo de mármol de la luz.
La abrazo
la leo
la escribo.

Sueños y casualidades

Para alguien que tiene el viento como cómplice:

Son los sueños lo que nos mantienen en pie, los que nos sostienen. Sin ellos la realidad no sería propiamente "realidad" (si es que hay una, porque son varias dimensiones de la realidad, cuál de ellas vale? cuál es la que se puede llamar realidad?). En todo caso lo que le da sentido a ella es la capacidad, la  sensibilidad de escapar de ella, que es el soñar. 

Es como el suelo, no es suelo porque se lo pueda tocar o te golpees y te duela al caer, sino porque hay alguien que sueña caminarlo, o porque el suelo sueña que hay alguien quien lo camina.

La vida no se explica sino por los sueños y las casualidades. Si no estaríamos perdidos en el universo. Son ellos, los sueños, los que nos hacen pisar fuerte en esa realidad, son ellos, los sueños, los que nos hacen caminar a pasos largos y firmes. Si no tenemos la sensibilidad para soñar estaríamos desconcertados y adoloridos en ese suelo que hablaba antes, y cuando deje de doler   la vida (que es como el agua) estará a un último aliento de dejarnos tal vez más desconcertados y preguntándonos qué pasó con la realidad o si es que en verdad hubo alguna. Lo que nos queda al final son los sueños, si es que, claro, alguna vez nos permitimos haber soñado.

(Yo escribí alguna vez... mi palabra sería "sueño", creo que hasta al suicida o al moribundo no se les escaparán las ganas de soñar por última vez. Un sueño mentiroso o ese que sacará la última sonrisa, según el caso, pero sueño al fin, hecho palabra).

Y son las casualidades las que (si uno andaba despistado mirando el suelo de la realidad) nos hacen levantar la mirada y ver el mar, y sentir esa caricia que es el soñar. Tú eres la noche y mi dulce casualidad. 

Así que gracias a ti.

Tu sonrisa

Fue grato regresar
y saber que no te has ido
que las ondas de tu ser seguían revolcadas con las mías
y un par de dientes como dos estrellas
iluminando un instante y un sueño
del que no sé si soñé despierto o soñé dormido
pero sueño al fin
como la vida que es un sueño
o será que el sueño es una vida.

Fue una caricia el despertar
y no saber si era al mismo sueño
o a otra vida
porque al despertar tu olor me vestía
y me soplaba tu sonrisa
que un sueño vale y vale una vida.

Orfandad

Gracias por la música Gustav (Leonhardt)!
Pero vaya, la orfandad se va volviendo más fría, seguimos en el camino de la deshumanización cuando perdemos a los pocos reductos de humanidad que tiene esta especie, arrogante y violenta. Otra vez, qué solos nos vamos quedando!...

Sin retorno

Tocada por la luz, ya tarde, sus sueños fríos corren sin retorno por ese río que es la sombra...

Zapato para el Nobel

La noticia dice:  Es más, el presidente acaba de firmar una ley que da total libertad al Gobierno de EEUU para detener a sospechosos de forma indefinida sin importar que sean ciudadanos extranjeros o estadounidenses.

Urgente un zapato para el Nobel de la Paz!.

Los otorgantes del "ilustre" premio (comité Nobel del parlamento noruego) conocerán lo que es el rubor?
En Martin Luther King Jr. seguro que habría un gran sonrojo.

Asomarme y no encontrarme
cruzarme en la calle conmigo mismo
caminando de ida y
el otro de vuelta
con rostros perplejos de no saber
quién va de vuelta y
quién va de ida
o si es que hay alguien en realidad
que va
o que vuelve.

Preguntas de la montaña

Ya no me llegan las olas del mar
entre las montañas y mi soledad
hay un abismo con tu rostro.

Cuando regreso mi ser
la sonrisa es la de siempre
pero ya entre mi ser y la sonrisa
está el cielo del olvido
las preguntas
son las nuevas y también las de antes
entre ellas solo media una caricia
simple como esa montaña
tierna como mi soledad.

Entre el mar y el olvido
tu rostro y una pregunta.

Welt, gute Nacht

"...
Komm, Todestag, du Lebenssonne,
du bringest mir mehr Lust und Wonne,
als mein Geburtstag bringen kann,
du machst ein Ende meinem Leiden,
das sich schon mit den Kindtaufsfreuden
vor jenen hat gefangen an.
Nun ist es aus, es ist vollbracht,
Welt, gute Nacht!"

No se puede explicar como uno puede llegar a perder espacio y tiempo; sentirse en el aire suavemente golpeado por las ondas del viento, que en este caso han sido las de la música.

Casi no puedo dar crédito a lo que mis oídos han escuchado, una música sublime, atemporal, etérea y completamente humana, de otro espacio y otro tiempo (de ese al que creo pertenecer). La riqueza y profundidad de esa música, que ha llevado a una renovación completa de mi ser, han sido un grupo de arias, motetes, lamentos y diálogos de Johann Christoph Bach (tío de Sebastian).

Por supuesto todo esto ha sido gracias a una recuperación musical e interpretación fuera de este mundo dirigida por John Eliot Gardiner, particularmente, en el Lamento (alto) y en el Aria Es ist nun aus mit meinem Leben -cuyo extracto de sus versos quedan citados arriba-, ésta de una simplicidad del viento, éste el de las ondas.

"Aunque no puedas entrar, no te apartes de mí, tenme siempre tendida la mano incluso cuando no puedas verme, si no lo hicieras me olvidaría de la vida o ella me olvidará"  j